Mensagem
por marlonks » Seg Jun 16, 2008 1:00 am
¡Qué grande Holanda! Lo último que pensaba ver en la Euro era un equipo como este, que parece salido del túnel del tiempo, de cuando el fútbol profesional era, de algún modo, la celebración del espíritu amateur. Quiero ser precio con esta afirmación. Lo que se buscaba en el potrero, antes que otra cosa, era la demostración anticipada de la propia superioridad. Dicho de otro modo, ganar los partidos por decantación de un fútbol que, antes de jugar, ya es mejor que el del adversario. Eso es lo que uno imagina de la máquina de River o lo que vio en el Brasil del 70: la materialización en el más alto nivel de competencia y de talento individual de una idea un poco infantil, pero evocadora como pocas de una idea particular de felicidad: la de ser un semidiós invulnerable. Al espectador de ese juego le estaba permitido asociarse a esa alegre omnipotencia, en las antípodas del soez sentimiento contemporáneo centrado en la destrucción del contrario.
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